miércoles, 4 de diciembre de 2019

CONEXIONES

Nadie puede negar la sensación maravillosa de sentirse conectado con algo o alguien.
Así, podemos disfrutar de emociones agradables cuando contamos con ese equipo de personas con el que creemos que podemos alcanzar una meta.

Igualmente, resulta extraordinario notar que el otro entiende fácilmente lo que hablamos; opera como una magia el sentirse identificado, a tal punto como si la otra persona pudiera leer tu mente, como si robaran las palabras de tu boca, se va gestando entonces, un diálogo elocuente y cálido, por cierto.
Definitivamente, es muy gratificante encontrarse e interactuar con quienes comparten tus valores o intereses.
Ahora bien, como esas sensaciones no se viven con tanta frecuencia; se hace necesario aprender a aceptar las diferencias de aquellos con quienes no compartimos gustos, creencias, costumbres y tradiciones.
Naturalmente, las acciones nos hablan y por eso notamos que como sociedad estamos en mora de ejercitar el respecto, la tolerancia y la solidaridad.
Así que, no es extraño observar frecuentemente conductas discriminatorias, las cuales aún son socialmente aceptadas y justificadas.
Ciertamente, desde niños nos enseñan sobre los valores y principios, pero las actuaciones diarias y cotidianas no acompañan estas enseñanzas; es decir, no hay coherencia, y terminamos adoptando un comportamiento que se forja a partir de la observación y del ejemplo.
Definitivamente, nos cuesta el otro, nos cuesta mucho vivir en la alteridad.
Pese a ello, aún existen personas que han desarrollado sus capacidades y potenciales para generar empatía con el otro; la autoridad y el respeto que imparten y se les reconoce, nos enseñan a diario la importancia de estos valores.
Ellos, y sus habilidades en el manejo de las relaciones, sus capacidades por sacar lo mejor del otro y su forma de enfrentar las situaciones, los perfila como los candidatos a dirigir y motivar a los demás.
Es una realidad, que cada vez todos los escenarios buscan esos líderes para los demás, actitud para emular.
Pero más allá de eso, lo más importante de adquirir, desarrollar y ejercitar esos valores y cualidades para comprender al otro, es poder llevar una vida tranquila y sana, y retarnos a tratar a los demás con el respeto y dignidad como queremos que nos traten a nosotros.
@sisi_bq
Artículo publicado en el Diario La Libertad el 2 de diciembre de 2019


lunes, 18 de noviembre de 2019

Niñez, heridas aún sin cicatrizar

Bien sabemos que los niños no deben ser secuestrados ni reclutados para la guerra; que no deben ser abusados, ni explotados. Ellos deben ser amados, respetados, valorados.
Sin embargo, la muerte de niños en el bombardeo en el Caquetá dado a conocer en la moción de censura al ex ministro de Defensa, vuelve a recodar que el anhelo por vivir en paz y tranquilidad es un sueño sin cumplir, y así volviendo a polarizar, sangraron otra vez las heridas porque están aún pendientes por cicatrizar.
No cabe duda que todos tenemos derecho a sentir y expresarnos libremente, pero francamente es inquietante que se compartan por las redes sociales imágenes de niños armados y estas se acompañen de juicios y aseveraciones sobre hechos sin comprobar, sin tener en cuenta que son menores de edad. Seguimos haciendo parte del juego del dime que yo te diré, especialmente ante un tema tan complejo y difícil de ventilar y, mientras tanto, olvidamos que son menores de edad y que actuando de esta manera estamos irrespetándolos y violando sus derechos.
Así, incluso caemos en el juego de la doble moral, porque afirmamos defender los niños, pero al mismo tiempo los rebajamos al nivel de quienes los usan en y para la guerra. Nuestras palabras hacia los niños deben ser respaldadas por nuestras actuaciones: antes de juzgar, dediquémonos humildemente a entender ¿por qué y cómo unos niños se arman?, ¿qué es lo que pasa para que cambien los juegos de su niñez por unas amas?
Y aunque el gobierno deba resolver la mayoría de las causas de esta situación, nosotros tenemos que colaborar. Dejemos de complacer y brindar pleitesía a quienes se roban los recursos públicos de los niños y la juventud, y -en general- cualquier recurso; no discriminemos; fomentemos que las oportunidades lleguen a todos; brindar la atención en salud requerida, pues no se puede permitir que un bebé muera porque 36 IPS nieguen los servicios por falta de cama.
Aceptemos que hemos fallamos en el cuidado y la protección a los niños y recordemos que, como sociedad civil, debemos hacer un llamado a la sensatez y solidaridad, debemos exigir a los actores del conflicto la creación de espacios que propicien la paz y debemos ser nosotros también instrumentos de y para la misma, como bien dijo San Francisco de Asís en su oración.

miércoles, 6 de noviembre de 2019

MOMENTOS



Momentos e instantes quedan grabados en nuestra memoria.

Pero incapaces de recordarlos todos, determinados sucesos parecen como si no existieran.

Sin embargo, suele suceder, que algunas veces aparecen recuerdos olvidados que impactan nuestra vida.

Me pasó cuando revisando mi plan de vida, recordé a un jefe, el cual, refiriéndose a su nieto, me dijo: mijita en un abrir y cerrar de ojos se nos pasa la vida.

Y aun cuando de eso había pasado más de 10 años, solo hasta ahora comprendía el significado de sus palabras; entonces recordaba que hacía nada andaba muy a prisa, soñando comerme el mundo, y de repente como en un parpadear, me encontraba haciendo un balance de vida.

Estaba allí; afirmando, desechando y validando; reconocimiento tiempos y momentos; como reestableciendo un nuevo orden.


Entendiendo como el conocerte, el comprenderte y entenderte juegan un papel importante para alcanzar esas metas y sueños.

Pensando que esos momentos deberían ser más frecuentes, para aventuramos y permitirnos encontrarnos e identificar la fuerza que le da vida a nuestra vida.

Momentos para comprender que por levantarnos más temprano no amanecerá más pronto; que no solo la carrera solo trae cansancio, sino que podemos caer en el riesgo de no disfrutar el camino que hay que recorrer.

Momentos de interiorización, que nos ayudan a descubrir esos maravillosos regalos, recibidos y entregados, y esas situaciones que nos ayudan a crecer, a valorar y a descubrir la vida que hemos de vivir.

Definitivamente momentos de vida importante que valen la pena regalarnos una y otra vez.
Momentos valiosos para entender que la espiritualidad y el conocimiento propio, son fundamentales para vivir, porque curiosamente la vida te da, lo que deseas firmemente en tu interior.

@sisi_bq

Publicación impresa Diario La Libertad 28 de octubre de 2019

ALCALDES LOCALES Y EDILES


Las JAL son parte de la estructura administrativa del Estado colombiano creadas para fortalecer la participación ciudadana en los asuntos locales; ejercer control, veeduría y apoyar la administración de las comunas, localidades y corregimientos (Constitución Política de Colombia).

De esta forma, ellas promueven la participación y veeduría ciudadana en el manejo y control de los asuntos públicos y en la elaboración y ejecución del presupuesto distrital, las campañas para la protección y recuperación de los recursos y del medio ambiente de su localidad, la vigilancia en la ejecución de los contratos en la localidad y las demás consignadas en el artículo 42 de la Ley 1617 de 2013 o Ley de Distritos Especiales.

Hay que mencionar, que la operación de esta estructura y las obras locales se garantizan con el Fondo de Desarrollo Local (art. 61 al 64 Ley 1617) y con los recursos de las transferencias, al menos el 10%, que el Distrito realice a cada Fondo (art. 2.6.6.2.5 Decreto 2388 de 2015) provenientes de los ingresos corrientes del presupuesto distrital. 

Así que, los alcaldes locales de los distritos especiales administran estos recursos locales del plan de desarrollo local, estimulando la participación comunitaria. (Ver Acuerdo 006 de 2006).
El Distrito de Barranquilla cuenta con 5 localidades, las cuales dependen del Alcalde Distrital, de una Junta Administradora Local -JAL- y del Alcalde Local -nombrado por el alcalde de terna elaborada por la respectiva JAL-.

Aquí, cada JAL está integrada por quince (15) ediles, elegidos popularmente cada 4 años.  

Ahora bien, el Decreto 2388, permite que las transferencias de los distritos especiales se computen con las inversiones físicas adelantadas por la alcaldía distrital en las localidades; y en Barranquilla se utiliza ese esquema de computar las obras desarrolladas por el distrito como transferencia a dichos fondos.

En contraste con lo anterior, fuese interesante que se giraran dineros a los fondos, para que el alcalde local pueda atender directamente las necesidades más relevantes o que más preocupan a la gente en los barrios y localidades.

Sin lugar a dudas un gran ejercicio de participación ciudadana y descentralización.

En definitiva, las JAL y los alcaldes locales son los facilitadores de la interlocución directa de la comunidad con la administración pública, y ad portas de las elecciones, conviene recordar la importancia y el poder del voto, pues tenemos la oportunidad de elegir los ediles, cuyas actitudes y aptitudes beneficien a la localidad donde usted vive.

@sisi_bq

Publicado en el Diario La Libertad el 7 de octubre de 2019 https://diariolalibertad.com/sitio/2019/10/07/alcaldes-locales-y-ediles/

miércoles, 25 de septiembre de 2019

GENERACIÓN NATURALEZA



Pertenezco a la generación de antejardines, jardines y patios; de esa, en la cual los árboles hacían parte de juegos y travesuras infantiles.

Sin embargo, con el pasar del tiempo, vamos advirtiendo la desaparición de estos jardines y patios, y así las nuevas generaciones crecen cada vez con menos contacto con la naturaleza, en lugares con más construcciones y más cementados, trayendo con ello la diversidad biológica y afectando el ecosistema.

No recuerdo que me enseñaran a cuidar la naturaleza; tampoco recuerdo campañas por el medio ambiente; pareciera como si el contacto con la naturaleza y las enseñanzas de los adultos hubiesen sido los únicos mecanismos existentes para su protección.

La sociedad y sus necesidades cambian, de ahí que existan instituciones para generar conciencia, para conservar y preservar la naturaleza.                                                                                                                                                                                                                                                                                                             Desafortunadamente, estos esfuerzos parecen diluirse y no lograran impactar lo suficiente.

Por ello, no es raro asistir a eventos colegiales pro naturaleza, donde curiosamente se decora con gran cantidad de papel y los chicos regalan detalles bellamente empacados en plástico en agradecimiento por escuchar sus trabajos.

Igualmente, se evidencia el mal-trato dado al Río Magdalena, al ver la isla de basuras que se formó en las playas de Puerto Colombia; muy desalentador que nuestro río, el más importante del país, sea su vertedero de desechos.

Peor aún, es que no se hayan tomado acciones contundentes para evitar que se sigan cometiendo estos desastres ambientales.

No obstante, lo anterior, y ante el reciente camino trazado por el departamento de Nariño, ojalá nos sirva de guía, para que lo ambiental haga parte de la agenda local, y se cuente con la voluntad para actuar inmediatamente y ejecutar programas y proyectos que beneficien el buen uso y manejo de los recursos naturales, y logremos de una vez por todas que no sean arrojados desechos y basuras a los arroyos, ni se viertan las aguas no tratadas al río Magdalena. 

De igual manera, esperamos que, en Barranquilla, la recolección de los residuos aprovechables se haga en vehículos diferentes a la recolección de residuos ordinarios, tal como se inició en Manizales en asocio con la Cámara de Comercio y la Asociación Cívica Centro Histórico de Manizales y en Montería; y que la nueva contratación de la recolección de basuras beneficie la sostenibilidad ambiental en el territorio.

@sisi_bq

Artículo publicado en el Diario La Libertad el 16 de septiembre de 2019 https://diariolalibertad.com/sitio/2019/09/16/generacion-naturaleza/

UN GRANDES LIGAS PARA OTRO GRANDES LIGAS



Cuando de grandes ligas se habla, indiscutiblemente recordamos el nombre de Édgar Rentería.

Y es que ese nombre es doblemente grandes ligas por sus actuaciones como pelotero y porque el estadio, que lleva su nombre, observa el cumplimiento de las normas de las Grandes Ligas de Béisbol -MLB-, es decir, un estadio que está habilitado para jugar partidos de las ligas de mayor nivel del béisbol profesional.

Esta categoría quedó evidenciada en octubre de 2018, poco después de los Juegos Centroamericanos, cuando beisbolistas de talla internacional, jugaran el torneo entre los Tigres de Licey de República Dominicana y los Caimanes de Barranquilla.

Esto responde principalmente a la categoría 1ª del campo y los camerinos y es que allí en los camerinos se puede confirmar ampliamente esto.

Este escenario es una realidad, gracias a la apuesta del sector público, y desde lo privado a la disponibilidad de los recursos financieros, unida a las buenas relaciones con empresas extranjeras y al profesionalismo y experiencia reconocida en la construcción de estadios como los Yanquis (béisbol en NY), de los Nets (baloncesto en NY), el Red Bull (fútbol americano en NY), permitieron una alianza con empresas norteamericanas para respaldar un proyecto local que habla muy bien de la ciudad.

Luis Ovalle, uno de los constructores, confiesa que la alianza con los norteamericanos fue fundamental para certificar la grama; pues la asesoría de expertos como Murray Cock, permitieron definir y cumplir con los requerimientos de la nivelación del campo e instalación de la grama, hasta tal punto que el subcontratista adquirió la maquinaria especializada y requerida para sembrar la grama.

El campo, su diseño y construcción cumplen la teoría de Murray para el funcionamiento del filtro para el drenaje, con un tipo de suelo certificado en laboratorios estadounidenses, adecuado a las especificaciones del filtro.

El infiel o arenilla, el montículo del pitcher o lanzador del cuadrilátero y los del bullpen -usados para realizar su calentamiento-, son elaboración extranjera trabajados con mano de la obra local.

Hay que hacer notar la tecnología de punta: dotado con un sistema de intercomunicación con puntos de televisión milimétricamente ubicados que garantizan la revisión de las jugadas, y una iluminación, controlada remotamente, que supera el nivel exigido para la transmisión de televisión.

Cabe resaltar que la ingeniería y arquitectura local aportaron el diseño de la fachada, el color de la piedra, así como facilitar el desplazamiento alrededor del campo y observar las jugadas del partido desde cualquier punto interior del estadio.

También incorpora el concepto turístico internacional de visitas 24 horas por 7 días, con restaurantes y tiendas tanto dentro y fuera, que le dan vida al Estadio ubicado en el barrio Montecristo.

Así es propicio fortalecer el juego de la pelota caliente, las ligas, y sus semilleros desde temprana edad, con programas que fomenten intercolegiados, interuniversitarios y actividades empresariales en todo el departamento.

Concluyo, recordando que cuando asistimos al Edgar Rentería,  y nos sentamos, lo hacemos en unas sillas iguales a las de cualquier estadio de grandes ligas del mundo, pues el Édgar Rentería es un “grandes ligas”, ícono de la ciudad y por eso cuidarlo y observar los detalles construidos cuidadosamente.

@sisi_bq


Publicado en el Diario La Liberta el 26 de agosto de 2019 https://diariolalibertad.com/sitio/2019/08/26/un-grandes-ligas-para-otro-grandes-ligas/

domingo, 11 de agosto de 2019

El reality de la realidad


Se sabe que los realities son esos programas de televisión que marcan muy bien en el rating televisivo colombiano, y gozan de gran popularidad y aceptación.


A pesar de las voces a favor de la intimidad y la privacidad, y la forma como éstos realities pueden afectar la vida y las costumbres, las condiciones y necesidades de la comunidad, los han convertido en un mecanismo de inclusión y de participación de la gente.


Resulta claro que los realities han sabido entrar en muchos hogares; hogares alejados de las relaciones y conexiones que se sienten incorporados en el medio y su entorno objetivo. Es decir, puede leerse cómo la ciudad capital, toca a la puerta de casas ubicadas en lugares donde la tecnología, el desarrollo, la educación y las oportunidades son deficientes o no existen.


Por eso muchas personas y sus familias esperan su llegada o su regreso, pues los hacen sentirse incluidos, acogidos, escuchados y valorados.


En efecto, cada quien decide cómo vivir su vida y sus actuaciones.


Evidentemente se suelen presentar intrigas, pasiones, deslealtades, amores y desamores, y las rechazamos olvidando que estas situaciones hacen parte de las relaciones y la comunicación de los seres humanos.


Y aunque muchas veces esa realidad se torne compleja, inesperada o extraña de entender, es un reflejo del mundo real, una lucha por alcanzar un objetivo, un cupo, un puesto en la sociedad; es nuestra realidad social, vista y expuesta a una teleaudiencia.


Así que no es de extrañar el querer interactuar con esa realidad, y dejándonos atrapar por las historias que nos son presentadas, terminamos involucrados cuando con el voto decidimos a favor o en contra de la realidad proyectada.


Confieso que con cierta frecuencia veo los realities, y desde una óptica positiva, puedo admirar no solo el talento y la evolución de los participantes, sino, cómo la formación, el entrenamiento y los esfuerzos pueden desarrollar al ser humano.


Pero al mismo tiempo, recordando la película Show Truman, protagonizada por el talentoso Jim Carrey, caigo en cuenta que “de eso tan bueno no dan tanto” y que, a la larga, condicionados por las circunstancias de vida, estamos inmersos en un show o una gran película, es decir reality, pero no televisado.


Finalmente, podemos concluir que, ante escasas oportunidades, estos programas seguirán siendo una posibilidad para muchos que desean dar a conocer sus talentos y vocaciones, y mejorar sus condiciones de vida.


@sisi_bq

Ver artículo publicado en
https://diariolalibertad.com/sitio/2019/06/17/el-reality-de-la-realidad/


Tierra: escasez y abundancia – parte 1

La tierra, nombre dado a nuestro planeta, es una parte de la naturaleza fundamental para vivir. También es sinónimo de guerra y de paz; de hogar, región, pertenencia y de desplazamiento, injusticia, rebelión y muerte; de pobreza y de riqueza; de poder y estatus social.


Hablar de tierra, es hablar de agro; y hablar de agro es hablar de tierra y del campo.
Pero la tierra, su distribución y sus derechos de propiedad, siempre han originado problemas sociales y económicos, y Colombia no ha sido ajeno a ello pues la violencia por la tierra y su riqueza ha escrito nuestra historia: invasiones, despojos, extorsión, manipulación legal y robo de la tierra.


La tierra y su tenencia generó conflictos entre grupos socioeconómicos, desatando un conflicto desde 1964 y el surgimiento de la guerrilla de las Farc.
Motivada por las charlas semanales con impulsadores del agro y el amor a mi provincia, me di a la tarea de investigar sobre el agro en el país, encontrando que son muchas las causas y situaciones que podrían explicar todos estos conflictos. He aquí una breve reseña.


Empiezo contando que Colombia registra avances en ciertos períodos de tiempos: la primera política agraria en 1821; la liberación del pago de diezmos eclesiásticos en 1824; las reformas liberales facilitando el sector cafetero; la navegación por el río Magdalena que, en 1850, permitió la conexión del interior con el mundo; la ocupación de nuevos territorios; la recuperación y consolidación del sector agrario en 1934.


Otros factores, han afectado negativamente la economía agraria: la crisis mundial de 1929 y la Segunda Guerra Mundial, el desplazamiento de la población rural a las ciudades; la crisis económica por la baja en el precio del café; y la falta de continuidad en los planes agrarios.


La historia registra que López Pumarejo reconoció derechos sobre tierras y proclamó la Ley de Tierra de 1936; que Lleras Camargo proclamó la reforma social agraria Ley 135 de 1961 y la creación del INCORA, y que Lleras Restrepo impulsó la reforma agraria.


Este último sostenía que era necesario distribuir la tierra para que pequeños y medianos propietarios la trabajaran y se frenara la migración hacia las ciudades; además, que debía mejorarse la calidad de vida rural. Otros, los seguidores de Currie, afirmaban que la agricultura comercial desarrollada en los 50 proponía el uso de los predios mediante instrumentos fiscales.


Encontramos que el gobierno, entre 1970 y 1974, impulsó la construcción y las exportaciones; que las PYME lograron superar las exportaciones de café; y que el pacto de Chicoral, en 1972, terminó dejando inaplicable la reforma agraria.


Posteriormente, de 1974 a 1978, se plantea la política de desarrollo de las economías campesinas dotadas de una buena capacidad empresarial gracias a la incorporación de la estrategia de investigación básica y difusión del Fondo de Desarrollo Rural Integrado, DRI.


A mediados de los años 80, el tema agrario pierde importancia como política pública, debido a factores como la crisis industrial, el crecimiento del M-19, la violencia rural, el secuestro relacionado con el tráfico de drogas.


Sin embargo, esa década finaliza con un impulso agropecuario, pues el gobierno Nacional -entre 1986 a 1990- planteó la modernización del sector agropecuario como un objetivo general de su política, que se aprecia en PIB agropecuario -empresarial- con un crecimiento superior al PIB total.


Sin embargo, este impulso es frenado por la apertura económica y su implementación en los 90. La agricultura familiar va en caída y los programas de desarrollo rural se desmontan, desconociéndose la importancia de la agricultura en Colombia y en el mundo.


Así finalizando el siglo XX, el país es fuertemente golpeado por los cultivos ilícitos y narcotráfico, el fortalecimiento de los grupos guerrilleros y paramilitares, la minería ilegal, el desplazamiento y el terrorismo.


Con nuevos aires inicia el siglo XXI, planteando el fortalecimiento de los acuerdos de competitividad de las cadenas productivas y la promoción de las alianzas, pero el agro es afectado por la debilidad en la investigación agrícola y la inestabilidad por fallido proceso de paz en el Caguán.


En la primera década del 2000 se hacen esfuerzos para adecuar el sector agropecuario a los TLC con E.U. Canadá y la UE beneficiando proyectos empresariales, pero se frenaron por los pocos avances conseguidos en cuanto a infraestructura, transporte, ciencia, tecnología e innovación que se requerían para ser competitivos.


Y finalmente, en 2017, se da la firma del Acuerdo de Paz, para dar fin al conflicto con las FARC, y la elaboración de una propuesta para la creación de la Ley de Víctimas y Restitución de Tierras.


Habría que decir también que ideas y planes de corto plazo, han existido y que el Estado ha sido facilitador de los logros de producciones específicas, pero que el desconocimiento y la falta de visibilidad de otras producciones -no menos importantes- han impedido la implementación de políticas acordes con las regiones, su gente y sus necesidades.


En toda esta historia se basan los autores que expresan que en Colombia la falta de continuidad en los planes agrarios ha afectado negativamente el agro dando paso a períodos con incrementos en protección alternados con los intentos fallidos de liberalización del comercio.


Creo que es evidente que nuestra capacidad para resolver los conflictos y llegar a acuerdos para trabajar por el bienestar común, la transparencia de los procesos y dar continuidad a las políticas públicas no es nuestra mayor virtud.


Pero no por eso, dejaremos de insistir en que se necesitan políticas que mejoren la tierra y específicamente el agro -representado por 43,1 millones de ha y 2,7 millones de productores- que acaben la incertidumbre de la tenencia de la tierra, el rezago del sector y se puedan lograr avances agrarios como los registrados en Perú, Chile, Brasil, Honduras o México.


@sisi_bq

Ver artículo en 
https://diariolalibertad.com/sitio/2019/07/08/tierra-escasez-y-abundancia-parte-1/

TIERRA: ESCASEZ Y ABUNDANCIA – parte 2

“Atlántico: territorio de paz”, un eslogan, un compromiso, una semblanza de vida de una parte de Colombia que no vivió directamente la dureza y crueldad de un conflicto armado por la tenencia del poder y de la tierra, pero que sí es víctima –como todo el territorio- de la violencia, pues las consecuencias del conflicto afectaron su estructura y composición económica y social. 

Dentro de ese orden de ideas, se encuentra lo agrario, ya que la falta de una política y la discontinuidad en los planes nacionales ha impactado negativamente las realidades locales y regionales en el sector.

Ya lo describí en la parte 1, es evidente que el tema rural y de producción es complejo; tiene muchas aristas y los esfuerzos y logros no son alcanzables en el corto plazo. Es por ello que los líderes políticos y gremiales no pueden mostrar avances significativos en su gestión y prefieren las obras físicas, porque los visibilizan más.   Algunos dirán que son populistas, pero debemos reconocer que somos nosotros los demandantes y los consumidores del populismo.

Ahora bien, muchas veces, las funciones y la responsabilidad de sensibilizar y potencializar la mirada y la inversión en campo se diluyen, porque todo se dirige a la ciudad y sus cómodos entornos y no se direccionan lo recursos hacia los proyectos productivos agrícolas.

También es cierto que se han aceptado conceptos errados del trabajador del campo y la zona rural que impiden actuar sobre la realidad con el diseño y desarrollo de planes que mejoren la atención hacia el productor: desconocemos su realidad y los juzgamos severamente.

Cabe considerar que con los productores minoritarios sucede como con tantos colombianos, que, viviendo en condición de escasez, no cuantifican bien los gastos, no usan los fertilizantes suficientes, no aplican los controles de malezas y enfermedades y mucho menos contabilizan la mano de obra.

En otros casos en la cadena productiva no se le reconoce lo justo y necesario; así muchos productores prefieren no entrar en la gran superficie cuyo pago se da a los 45 o 60 días, y prefieren ir a las plazas donde reciben el pago inmediatamente, aunque sea a menor precio.

Por todas esas situaciones, se infiere que se necesita implementar modelos que ayuden al productor a aliviar su carga, para que despejándolo de su mañana inmediato pueda tener la posibilidad de visionar mejores cultivos, comprendiendo el concepto de productividad: técnicamente se puede producir más y mejor.

En la búsqueda de soluciones encontramos propuestas como la de los mercados campesinos permanentes, donde el productor pueda ofrecer sus productos directamente a restaurantes u hoteles y a la población en unidades móviles.

Se debe mencionar además la creación de centros de transformación de productos, excelente para el fomento de la industria y el empleo, aclarando que no es una estrategia de recuperación del agro a menos que incluya al productor como su eje, como su punto de partida.

Por otra parte, los autores apuestan a que los gobiernos apoyen la agricultura a pequeña escala y concluyen que los productos agrícolas en condiciones aceptables son eficientes y tienen la capacidad de contribuir al desarrollo económico y a la solución efectiva para la pobreza rural. (Berry, Avance y Fracaso en el Agro Colombiano, 2017).

En conclusión, el cuento es volver productivo el agro a una escala competitiva y sostenible, una ardua tarea que implicará riesgo y sacrificio, esfuerzo, trabajo y dedicación, pero también elementos que –muchas veces- para nuestro entorno son novedosos: ciencia, tecnología e innovación, porque producir bien no es ninguna garantía, dado que otros producen igual o mejor que tú. 

Y el Estado como facilitador, debería priorizar el agro, y sus necesidades particulares, tal como aconteció en el siglo pasado, cuando se impulsó el café en Colombia.

De tal manera que las gestiones deberían capitalizarse y verse consolidadas con el diseño de una ruta de recuperación agraria a largo plazo, que defina el enfoque agrícola del departamento - acorde con las condiciones de la región, del territorio y el mercado y que -contando con el concurso y disposición de sus actores- garantice su continuidad y permanencia en el tiempo.

Para ello la ciudadanía necesita elegir gobernantes con visión agraria, que miren y entiendan el campo: sus dificultades y potencialidades y que sean capaces de liderar esos procesos de mejora de la producción para reavivar el interés por producir y producir para generar ganancias.

Dicho en otras palabras, necesitamos de esos gobernantes que den la pelea por hacer la transformación del campo, gestionando el centro de transformación con la estrategia de recuperación del productor y beneficiando a esas familias que aún se dedican al agro. 

Evidentemente requerimos de líderes que quieran sembrar, abonar la tierra para escribir otra historia y pese a las presiones por no presentar resultados en el corto plazo y puedan ser recordados posteriormente como impulsadores del agro.

No faltarán voces que afirmen que estos procesos son difíciles y complejos y sí, lo son, pero la historia confirma que grandes realizaciones requieren de personas hacedoras, con carácter y, primordialmente de voluntad política.


@sisi_bq

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https://diariolalibertad.com/sitio/2019/07/29/tierra-escasez-y-abundancia-parte-2/

miércoles, 5 de junio de 2019

LO SABEMOS Y NO QUEREMOS




Cuando escucho decir que la gente no cambia, gratamente viene a mi memoria la opinión de una amistad que tajantemente afirma que la gente sí cambia, y más aún cuando la motivan las metas laborales.

Creo en los cambios como resultado de un proceso interior, de una decisión para desarrollar las habilidades y competencias necesarias para alcanzar un sueño o meta.

Pero sucede que muchas veces vamos cambiando inconscientemente, pues el exterior y las circunstancias lo demandan, y ajustándonos a ellos, quizá no somos conscientes de los logros que podríamos alcanzar.

Por eso, ante el cuestionamiento de cómo lograr cambios significativos para contar con una mejor sociedad, respondo sin titubear que sí podemos, pues definitivamente sabemos lo que debemos hacer, pero no queremos.

No queremos y más bien, preferimos acomodarnos a las circunstancias del corto plazo, para asegurar el sustento diario, cercenando la posibilidad de visualizar un mejor mañana.

Somos seres inteligentes, dotados de grandes capacidades y habilidades, pero no queremos incomodarnos y nos falta decisión para erradicar “la cultura del vivo que vive del bobo”.

Ahora bien, aunque suene trillado, eso se logra con educación y voluntad.

Realmente, necesitamos una educación de calidad que permita formarnos en el respeto para permitir el desarrollo propio y del otro, en responsabilidad para asumir las consecuencias de nuestros actos.

Necesitamos una educación que permita sigilosamente aplicar las sanciones a quienes sabemos actúan mal y nos perjudican social, moral y económicamente, y dejar de alabarlos, consentirlos, aplaudirlos y defenderlos porque tienen dinero y/o poder.

Educación para entender la importancia de colocar la basura en su lugar, sembrar árboles, cuidar las obras realizadas por los gobernantes, o no colarse en la fila.  

Nos urge una educación para comprender que necesitamos paz, empleos, más justicia, y más personas preparadas, productivas y dedicadas a un oficio digno; satisfacer las anteriores necesidades, nos hace atractivos al resto del mundo.

Es imperativo cultivar una voluntad para ejecutar programas apoyados en la investigación y en la ciencia, -alejados del amiguismo-, cuyos resultados permitan convencernos que sí se pueden producir los cambios requeridos.

Educación y voluntad para que resurja la esperanza, para actuar, para visualizar un mañana y atreverse a trabajar por ello.


@sisi_bq

viernes, 24 de mayo de 2019

EXPECTATIVAS DE CRISTAL

Cuando el deporte nacional nos trae noticias y de las buenas, sin lugar a dudas, los logros, esfuerzos y sacrificios de los deportistas actúan como un catalizador en la gente, inyectando la vida de optimismo y pasión, actitudes que engrandecen la existencia del ser humano.

Volvemos a creer en el país y amar lo nuestro.

Ahora bien, los sentimientos cambian cuando por la euforia y el optimismo, creamos una expectativa la cual no es cumplida por nuestros jugadores y equipos.

Es natural desilusionarnos cuando se pierde, pero esto no puede justificar que se ofenda, ultraje o atente contra nuestros deportistas, -especialmente futbolistas y ciclistas-, ya que somos nosotros mismos quienes los idealizamos y fabricamos las expectativas.

Así pasamos de engrandecerlos a ellos y a sus equipos, a empequeñecerlos y juzgarlos severamente.

Fácilmente olvidamos que, para los deportistas, el deporte no es juego, sino su profesión, su trabajo, su sustento de vida, y que antes que, a nosotros, es a ellos a quienes más les interesa y les conviene ganar.

Todos sabemos que Colombia goza de un reconocimiento internacional gracias a la trayectoria de los deportistas colombianos y deben merecen nuestro respeto y consideración.

No se trata de ignorar las fallas o los errores, sino de aceptar los resultados y evitar caer en el tan conocido juego sucio colombiano, el del ultraje, la agresión, la división y el irrespeto.

Por otro lado, a pesar de ello, siempre hay muchos que ante los efectos de la crítica destructiva e innecesaria se solidarizan con las personas criticadas y contrarrestan todo el mar de quejas y afrentas, pues parecieran percibir los sentimientos de los afectados y sus familias y reflexionan sobre todo lo que deben superar y manejar porque sus oficios o labores son visibles y están expuestos a todos.

Ad portas de los próximos torneos internacionales, sería conveniente mostrar más coherencia y consideración con los deportistas y a quienes decimos profesar nuestra admiración; apoyándolos, acompañándolos y enviando toda esa buena energía y confiando que se les den las condiciones para que puedan cosechar más triunfos, porque efectivamente hay profesionalismo, compromiso y talento en muchas disciplinas deportivas.

@sisi_bq


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