domingo, 11 de agosto de 2019

Tierra: escasez y abundancia – parte 1

La tierra, nombre dado a nuestro planeta, es una parte de la naturaleza fundamental para vivir. También es sinónimo de guerra y de paz; de hogar, región, pertenencia y de desplazamiento, injusticia, rebelión y muerte; de pobreza y de riqueza; de poder y estatus social.


Hablar de tierra, es hablar de agro; y hablar de agro es hablar de tierra y del campo.
Pero la tierra, su distribución y sus derechos de propiedad, siempre han originado problemas sociales y económicos, y Colombia no ha sido ajeno a ello pues la violencia por la tierra y su riqueza ha escrito nuestra historia: invasiones, despojos, extorsión, manipulación legal y robo de la tierra.


La tierra y su tenencia generó conflictos entre grupos socioeconómicos, desatando un conflicto desde 1964 y el surgimiento de la guerrilla de las Farc.
Motivada por las charlas semanales con impulsadores del agro y el amor a mi provincia, me di a la tarea de investigar sobre el agro en el país, encontrando que son muchas las causas y situaciones que podrían explicar todos estos conflictos. He aquí una breve reseña.


Empiezo contando que Colombia registra avances en ciertos períodos de tiempos: la primera política agraria en 1821; la liberación del pago de diezmos eclesiásticos en 1824; las reformas liberales facilitando el sector cafetero; la navegación por el río Magdalena que, en 1850, permitió la conexión del interior con el mundo; la ocupación de nuevos territorios; la recuperación y consolidación del sector agrario en 1934.


Otros factores, han afectado negativamente la economía agraria: la crisis mundial de 1929 y la Segunda Guerra Mundial, el desplazamiento de la población rural a las ciudades; la crisis económica por la baja en el precio del café; y la falta de continuidad en los planes agrarios.


La historia registra que López Pumarejo reconoció derechos sobre tierras y proclamó la Ley de Tierra de 1936; que Lleras Camargo proclamó la reforma social agraria Ley 135 de 1961 y la creación del INCORA, y que Lleras Restrepo impulsó la reforma agraria.


Este último sostenía que era necesario distribuir la tierra para que pequeños y medianos propietarios la trabajaran y se frenara la migración hacia las ciudades; además, que debía mejorarse la calidad de vida rural. Otros, los seguidores de Currie, afirmaban que la agricultura comercial desarrollada en los 50 proponía el uso de los predios mediante instrumentos fiscales.


Encontramos que el gobierno, entre 1970 y 1974, impulsó la construcción y las exportaciones; que las PYME lograron superar las exportaciones de café; y que el pacto de Chicoral, en 1972, terminó dejando inaplicable la reforma agraria.


Posteriormente, de 1974 a 1978, se plantea la política de desarrollo de las economías campesinas dotadas de una buena capacidad empresarial gracias a la incorporación de la estrategia de investigación básica y difusión del Fondo de Desarrollo Rural Integrado, DRI.


A mediados de los años 80, el tema agrario pierde importancia como política pública, debido a factores como la crisis industrial, el crecimiento del M-19, la violencia rural, el secuestro relacionado con el tráfico de drogas.


Sin embargo, esa década finaliza con un impulso agropecuario, pues el gobierno Nacional -entre 1986 a 1990- planteó la modernización del sector agropecuario como un objetivo general de su política, que se aprecia en PIB agropecuario -empresarial- con un crecimiento superior al PIB total.


Sin embargo, este impulso es frenado por la apertura económica y su implementación en los 90. La agricultura familiar va en caída y los programas de desarrollo rural se desmontan, desconociéndose la importancia de la agricultura en Colombia y en el mundo.


Así finalizando el siglo XX, el país es fuertemente golpeado por los cultivos ilícitos y narcotráfico, el fortalecimiento de los grupos guerrilleros y paramilitares, la minería ilegal, el desplazamiento y el terrorismo.


Con nuevos aires inicia el siglo XXI, planteando el fortalecimiento de los acuerdos de competitividad de las cadenas productivas y la promoción de las alianzas, pero el agro es afectado por la debilidad en la investigación agrícola y la inestabilidad por fallido proceso de paz en el Caguán.


En la primera década del 2000 se hacen esfuerzos para adecuar el sector agropecuario a los TLC con E.U. Canadá y la UE beneficiando proyectos empresariales, pero se frenaron por los pocos avances conseguidos en cuanto a infraestructura, transporte, ciencia, tecnología e innovación que se requerían para ser competitivos.


Y finalmente, en 2017, se da la firma del Acuerdo de Paz, para dar fin al conflicto con las FARC, y la elaboración de una propuesta para la creación de la Ley de Víctimas y Restitución de Tierras.


Habría que decir también que ideas y planes de corto plazo, han existido y que el Estado ha sido facilitador de los logros de producciones específicas, pero que el desconocimiento y la falta de visibilidad de otras producciones -no menos importantes- han impedido la implementación de políticas acordes con las regiones, su gente y sus necesidades.


En toda esta historia se basan los autores que expresan que en Colombia la falta de continuidad en los planes agrarios ha afectado negativamente el agro dando paso a períodos con incrementos en protección alternados con los intentos fallidos de liberalización del comercio.


Creo que es evidente que nuestra capacidad para resolver los conflictos y llegar a acuerdos para trabajar por el bienestar común, la transparencia de los procesos y dar continuidad a las políticas públicas no es nuestra mayor virtud.


Pero no por eso, dejaremos de insistir en que se necesitan políticas que mejoren la tierra y específicamente el agro -representado por 43,1 millones de ha y 2,7 millones de productores- que acaben la incertidumbre de la tenencia de la tierra, el rezago del sector y se puedan lograr avances agrarios como los registrados en Perú, Chile, Brasil, Honduras o México.


@sisi_bq

Ver artículo en 
https://diariolalibertad.com/sitio/2019/07/08/tierra-escasez-y-abundancia-parte-1/

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