martes, 6 de febrero de 2018

BOCAS DE CENIZA: UNA HISTORIA CON DE MÁS DE 100 AÑOS (entrega 1)


Por Sisi Llinás

Los puertos son un negocio de conectividad que mueve grandes volúmenes de carga, rápidamente y a bajo costo, expresaba el representante del Canal de Panamá en el foro Expoportuaria realizado en Barranquilla y además enfatizaba que, aunque muchas veces las inversiones se centran en la infraestructura, no menos importantes son el software y la eficiencia en los procesos de liberación de la carga ya que estos definen la competitividad del puerto.
Nuestro Puerto de Barranquilla, que tiene un tráfico permanente desde 1936 y que realmente es “es la Zona Portuaria del río Magdalena –ZPRM-, pues en el mismo puerto confluyen dos departamentos y tres municipios de cinco posibles” (Lequerica. E; 2017), está ubicado sobre los últimos 40 km de la desembocadura del río Magdalena al margen de dos tajamares, uno a cada orilla del río, que estrechan las bocas del río, las Bocas de Ceniza, para que la fuerza y la velocidad de la corriente, mueva los sedimentos y permita la navegación.  

Hemos crecido escuchando que el canal de acceso al puerto no tiene el calado óptimo que permita la entrada y/o salida de buques grandes por la sedimentación de la interacción del mar con nuestro río Magdalena. Sin embargo, esta condición del acceso a los puertos puede y debe superarse.

Por su naturaleza, todos los puertos sobre desembocaduras de ríos tienen un límite en su calado o profundidad que está definido por las condiciones del propio río y su encuentro con el mar, restringiendo así el ingreso de grandes barcos, nos comenta Álvaro Mendoza exdirector de Cormagdalena. Es por ello que puertos como Bilbao, Rotterdam o Valencia crecieron hacia el mar y se convirtieron en puertos de aguas profundas, al tiempo que especializaron y fortalecieron sus puertos interiores.

“La ciudad debe avanzar rápidamente integrando los puertos actuales con el puerto de aguas profundas” y se deben construir las vías necesarias -inclusive férreas- para facilitar la comunicación con el resto del país. En pocas palabras, sino crece hacia afuera, hacia el mar, el puerto de Barranquilla quedará limitado por su máxima capacidad de profundidad, concluye el capitán Mendoza.


Conviene contar y asimilar una historia con más de 100 años, la de Bocas de Ceniza, Barranquilla y su puerto para comprender lo dicho por nuestro nobel de Literatura en 1955: “La historia de Bocas de Ceniza, con sus cumbres y sus abismos, interrupciones y tropiezos, es un reflejo fiel de la historia de la administración nacional en los últimos 50 años…”, por eso seguiré investigando y escribiendo sobre el tema.

Artículo publicado en el Diario La Libertad el 22 de enero de 2018

http://lalibertad.com.co/wp/2018/01/22/bocas-de-ceniza-una-historia-con-mas-de-100-anos-entrega-1/

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