lunes, 8 de enero de 2018

¿FUE EL HOMBRE, FUE LA MUJER O FUE LA SERPIENTE?

“El hombre dijo: La mujer que me diste por compañera me dio del fruto de ese árbol, y yo comí.   Y la mujer respondió: La serpiente me engañó y yo comí”.
Parece inaudito, después de pasados 30 siglos de hacerse escrito esta narrativa bíblica sigamos echándonos las culpas unos a otros.  Es hora de admitir que nuestra poca participación en las decisiones políticas ha contribuido a forjar nuestra realidad actual: hacemos parte de una sociedad que ha perdido los valores; no confiamos en los partidos políticos ni en las instituciones gubernamentales; la corrupción es protagonista en todos los sectores y niveles. 

Sí, esta es la realidad de la que nos quejamos tanto y, se repite, es hora de asumir la responsabilidad de nuestras omisiones; tanto individuales como colectivas y actuar: conformando un verdadero esquema colectivo de participación, que permita generar sinergias a partir de saberes interdisciplinarios para garantizar el cambio que queremos. 

Definitivamente necesitamos actuar y fortalecer los mecanismos para una participación ciudadana que vaya más allá de ejercer el derecho al voto.

Sea este el momento propicio para hacer un llamado a quienes desean aportar a lo público; a quienes que no se dejan influenciar por el populismo y verdades a medias; a quienes se alejaron de lo público para no comprometer  su integridad; a quienes están cansados de ver cómo se amañan concursos y licitaciones para siempre favorecer a unos pocos; todo ello a un costo muy, muy alto.

Solos, aislados y alejados de lo público no mejoraremos nada. Si seguimos cruzados de brazos veremos cómo se desquebraja la sociedad frente a la mirada espectadora de quienes pudimos hacer algo y no lo hicimos, quizá culpándonos unos a otros.

Y así como en las sociedades más desarrolladas, indiscutiblemente debe ser una prioridad organizar estructuras sociales sólidas que velen por una correcta planeación, asignación y ejecución de proyectos gubernamentales y por el uso transparente, eficaz y eficiente de los recursos públicos para beneficio de la ciudadanía, en general, y en pro de los más vulnerables y necesitados, en particular.

Esta es una manera cómo podemos ayudar y ayudarnos a tomar mejores decisiones relacionadas con el progreso de nuestra ciudad, región y país y con el bienestar de todos.  


¡Tú decides!.

Artículo publicado en http://lalibertad.com.co/wp/2018/01/08/fue-el-hombre-fue-la-mujer-o-fue-la-serpiente/

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