miércoles, 21 de febrero de 2018

BOCAS DE CENIZA: UNA HISTORIA CON DE MÁS DE 100 AÑOS (final)


Cuando todo parecía estar funcionando en Bocas de Ceniza, surge en Siape la Isla 1972¸ originándose un desplazamiento considerable del Río hacia la margen oriental y la formación de un canal secundario entre ella y la ciudad; y con ellos el deterioro de los muelles.

Fue así como en 1984 se intensificó el dragado del sector, con las dragas Hang Jun y Volvox Delta para solucionar el problema; pero a pesar que se mejoró la profundidad del canal, no se logró su estabilización.

Por tanto en 1988 se hacen necesarias las obras para estabilizar el acceso al puerto con la construcción del dique direccional (de 1200 mt.).  Las obras inician en 1993 y se inauguran el 5 de agosto de 1994, permitiendo así que la condición de las Bocas se recuperara a como estaba antes de 1972.

La dinámica mundial en los años 90 se da también en el sector portuario colombiano con la expedición de la Ley 01 de 1991 o de “Estatuto de Puertos Marítimos”.

Esta Ley permitió la liquidación de la empresa estatal “Puertos de Colombia” y la creación de la “Superintendencia de Puertos y Transporte” (antes Superintendencia General de Puertos) para administrar, facilitar, promover e impulsar la actividad portuaria marítima y fluvial nacional. 
Esta nueva entidad entregó en concesión el Terminal Marítimo y Fluvial de Barranquilla a la Sociedad Portuaria Regional de Barranquilla S.A. (SPRB); y la concesión de la construcción de un complejo industrial y portuario de aguas profundas y uso múltiple cerca a la desembocadura del río Magdalena, a la Sociedad Colombiana de Desarrollo Portuario S.A. (SOCODEP S.A.).
Sin embargo muchas diferencias surgieron con la construcción del llamado “SuperPuerto” cuando el Gobierno informa que debe hacerse un nuevo estudio ambiental y se suspende la concesión del puerto de aguas profundas (El Tiempo. Puja por SúperPuerto Carbonero. 1996).

Posteriormente la concesión para construir un puerto de aguas profundas en el tajamar occidental de la desembocadura del río Magdalena fue aprobada a la Sociedad Portuaria Bocas de Ceniza (SPBC).   “Muy a pesar de los acontecimientos funestos de la primera concesión urge el puerto de aguas profundas, hoy más que nunca es más importante avanzar y lograr el anhelado desarrollo económico de Barranquilla y del país, el cual ha estado frenado durante los últimos 26 años”, precisa Edgardo Arzuza, socio de SOCODEP.    

Pareciera que esto es una historia de nunca acabar; las opiniones no están unificadas entre los escépticos, los indiferentes y los que soñamos con un puerto marítimo y fluvial que permita el ingreso de los barcos más grandes del mundo a Barranquilla, que genere gran desarrollo para la ciudad y el país.

Curioso que hoy Barraquilla reclame cosas importantes que en otro tiempo fueron cedidas y tenidas en el pasado, nos comenta Enrique Lequerica. 

Por un lado, la draga permanente del Estado existió desde 1947 hasta 1965 y la privada desde finales de los 90s hasta el 2011, cuando el Gobierno liberó la condición de bandera colombiana y permitió la contratación de dragas extranjeras.   Por otro lado, un laboratorio hidráulico, inaugurado en 1972, el cual fue trasladado en 2013 por la Corporación Autónoma Regional del Río Grande de la Magdalena –Cormagdalena- al Tolima.   

Laboratorio necesario para realizar un monitoreo constante en el comportamiento del Río e identificar con anticipación las situaciones que crean las crisis en el canal de acceso.
Hoy nos encontramos expectantes ante las obras de mantenimiento y mejora de los tajamares deteriorados y de conocer los impactos sobre las afectaciones de la corriente y sedimento sobre los pilotes del nuevo puente sobre el río Magdalena.

Obviamente este escrito se queda corto, porque no registra las cifras de las inversiones realizadas, lo cierto es que la historia habla por sí sola y pareciera que 100 años no han sido suficientes para entender la importancia de Bocas de Ceniza en Barranquilla para el país.

Pero si confirma la falta de planificación y de voluntad política, el exceso de centralismo y los muchos intereses creados, así como negocios que han impedido darle continuidad a Bocas de Ceniza.   Y obviamente la cantidad de proyectos y estudios definitivos, aciertos, errores y rectificaciones son el caballito de batalla de los detractores de Bocas de Ceniza. 

Por ello se requiere de manera urgente en Barranquilla un liderazgo colectivo para hacer realidad proyectos, que no solo integre las voluntades de las partes de los sectores involucrados, sino que gestione con firmeza y decisión, políticas a nivel nacional en pro del desarrollo portuario, ambiental y turístico de un majestuoso lugar ubicado en las Flores.  Porque las obras del canal navegable del Río Magdalena en el Puerto de Barranquilla son competencia del Gobierno Nacional (Ley 01 de 1991). 

Lo cierto es que necesitamos un puerto operante durante todo el año; somos una ciudad portuaria y debemos asumir debidamente ese rol.


De ahí la importancia de conocer nuestra historia, analizarla e identificar lo relevante y conveniente, para unir esfuerzos y avanzar con una sola voz, con proyectos que permitan seguir consolidando a Barranquilla como una ciudad muy importante, como lo son todas aquellas que poseen el privilegio de tener río y mar.  

Artículo publlicado en el Diario La Libertad el día 20 de febrero de 2018   http://lalibertad.com.co/wp/2018/02/20/bocas-de-ceniza-una-historia-con-mas-de-100-anos-final/

No hay comentarios:

Publicar un comentario

CONEXIONES