Observar imágenes de peces muertos y moribundos, de personas intentando
salvarlos. Escuchar sobre el suicidio, el ruido y morbo generado por una madre
con su pequeño hijo que caen desde un puente, la cantidad de balas perdidas que
acaban vidas, que esta vez fueron visibilizadas con la muerte del cantante
Legarda y el incremento de los atentados contra los oleoductos, despertaron sentimientos
de dolor, decepción, tristeza, rabia e impotencia pues esos nefastos sucesos hablaban
del fracaso de una sociedad al dejar desnuda su inconsciencia y dejadez.
No recuerdo haber
deseado que se acabara pronto una semana; como si así se acabaran los problemas.
Fue una semana,
como tantas otras, que deja al descubierto no solo el desconocimiento del
recurso hídrico y la falta de compromiso por preservar y conservar nuestra
riqueza natural, sino la mezquindad de quienes se valen de la ignorancia, las
creencias en todos los sucesos para intentar sacar beneficio propio.
Situaciones que recuerdan
nuestra vulnerabilidad y fragilidad al estar expuestos a la violencia, porque
no se ha aprendido a valorar ni a respetar la vida.
Que muestran la
dificultad para buscar y encontrar soluciones de fondo a nuestros problemas, pues
distraídos con las peleas y el morbo, caemos fácilmente en el juego del saboteo
y la manipulación.
En nuestro país
se ha hecho costumbre la mediocridad y la incredulidad, y cuesta creer que se
pueden hacer las cosas bien y alejadas del beneficio propio.
Con una rara
conciencia (¿o una conciencia desvirtuada?), pues acomodando lo correcto a los intereses
particulares, hábilmente se llega a aceptar como buenas, las acciones que son dañinas
para otros – inclusive para sí mismo-, las cuales generan malestar e
inconformismo, violencia, inequidad y desigualdad, y con ello el deterioro
social que impacta sobre todos.
Esos días tristes
deberían invitarnos a vivir momentos de reflexión para decidir si debemos y queremos
continuar así.
Afortunadamente, los
días grises van aclarándose con el paso del tiempo y de esta manera volviendo a
la “normalidad”, pero desafortunadamente olvidamos que podemos ser capaces de frenar
la injusticia desbordada, para dejar el círculo vicioso que ata, ensimisma e
impide salir adelante.
@sisi_bq
Publicado en https://diariolalibertad.com/sitio/2019/03/11/ausencia/
https://canaltropical.co/new/?p=116733
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