lunes, 30 de julio de 2018

COMPETITIVIDAD ES EMPRESA...EMPRESA ES COMPETITIVIDAD


El IMD World Competitive Yearbook es un informe anual sobre la competitividad de diversos países del mundo realizado por la escuela de negocios IMD de Lausana, Suiza, que permite medir cómo una economía gestiona la totalidad de sus recursos y competencias, para elevar la productividad y así incrementar el bienestar de su población.

En la versión 30, Colombia registró un descenso frente al año 2017, pues pasó del puesto 54 al 58 en un total de 63 países, por su mal desempeño en la categoría que mide el sistema tributario. Situación sustentada por el incremento de la burocracia para la creación de empresa y la mala percepción en términos de gobernabilidad y el aumento en los impuestos.

Realmente, esto no es más que corrupción, negligencia y necedad; el Informe Nacional de Competitividad 2017-2018 lo confirma cuando señala a la corrupción como el principal obstáculo de las metas de competitividad de Colombia.

¿Qué más debemos esperar para comprometernos y poder acabar con la corrupción? Es una necesidad imperante.  Es una voz que grita desesperada: ¡“si queremos salir adelante frenemos de una vez por todas a la corrupción”!

La competitividad básicamente es un concepto relativo donde se compara el rendimiento con respecto a otro.  En el Foro Económico Mundial 2016 se definió como “el conjunto de instituciones, políticas y factores que determinan el nivel de productividad de un país”. 

Ahora bien, ahí fallamos porque la relación de la consecución de efectos frente a los recursos invertidos no es eficiente, tal como puede verificarse en el reciente resultado del índice IMD.

Juan José Sarue, director de la Comisión Regional de Competitividad del Atlántico, recuerda que la competitividad debe reflejarse en el bienestar de los ciudadanos, porque cuando a un país le va bien, debe contarse con las condiciones necesarias para que todos vivamos mejor.

Además, dice que, en Colombia entre otras razones, no somos productivos porque necesitamos muchos procesos y personas para realizar una actividad, abundando el reproceso.

El Estado ha sido un facilitador y el departamento del Atlántico hoy cuenta con una gran conexión territorial y buena cobertura en servicios; ha sembrado para impulsar la competitividad y necesita de la empresa y academia para seguir creciendo. 

Sarue menciona que la ubicación de Barranquilla, el tener el puerto a una hora y media en el peor de los trancones, desde cualquier empresa en su área metropolitana, el estar a menos de tres días en buque a USA, todo eso es competitividad territorial y nos hace competitivos; pero sucede que la competitividad se da en las empresas y no en el territorio, ya que sus operaciones deben generar ventajas sostenibles para hacerla competitiva.

Nuestro departamento del Atlántico lo tiene todo: academia, vías, puerto, posición geográfica, pero definitivamente falta mirar hacia adentro para asimilar las ventajas del territorio. 

Se necesita de buenos insumos, entre otras variables, que permitan que los proyectos sean sostenibles asumiendo el rol de la competitividad. Entendiendo que la competitividad se da en las personas, en las instituciones, y reconociendo que en el talento humano idóneo, ético y competente está la riqueza para poder decidir a favor y en beneficio de la ciudad, la región y el país.

@sisi_bq

Publicado en

http://diariolalibertad.com/sitio/2018/07/23/competitividad-es-empresa-empresa-es-competitividad/

http://canaltropical.co/new/?p=87076

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