lunes, 30 de julio de 2018

SOSTENIBILIDAD Y RIQUEZA



  



A pesar que los sistemas económicos y políticos han permito avances en los estilos de vida de muchas personas del planeta, con beneficios tales como la disminución de la pobreza e incremento en los niveles de calidad de vida[1], otros aspectos resultantes de esta constante actividad humana como el cambio climático[2], han llevado a que la economía global se encuentre en una situación de paradoja.

Desde 1972 el Instituto Tecnológico de Massachusetts -MIT, con su investigación denominada los Límites del Crecimiento, advierte sobre los riesgos ambientales y sociales que un desarrollo económico desmedido puede generar al mundo entero.

Más adelante en 1987, en el informe “Nuestro Futuro Común” publicado por la Naciones Unidas, se propone una alternativa de desarrollo de un crecimiento que satisfaga las necesidades de las generaciones presentes sin comprometer las posibilidades de las del futuro, el cual hoy es conocido como desarrollo sostenible.

Estos estudios permitieron a la comunidad internacional generar espacios como la Agenda 21 o la Cumbre de la Tierra en 1992, la Cumbre Mundial sobre el Desarrollo Sostenible en 2002, y actividades más recientes como el protocolo de Kioto y el Acuerdo de Cartagena, entre otros, han evidenciado que el futuro de los hombres sobre el planeta depende de los esfuerzos que gobiernos, empresas y la sociedad civil realicen para ser de esta una sociedad verdaderamente consiente y responsable.

El tema de la responsabilidad de las organizaciones y especialmente de las empresas no es reciente, sin embargo, desde la última década del siglo XX toma importancia debido al creciente compromiso en las propuestas de cambio en su gestión y con el desarrollo sostenible. Interés que se ha fortalecido por las iniciativas de aquellos que buscan comprometer a las organizaciones con cambios que puedan evidenciar sistemática y públicamente, para evitar la pérdida de la confianza y el respaldo de los actores con los que interactúa en sus actividades diarias.

De esta forma se hace inevitablemente la promoción de las responsabilidades en la actualidad, no solo para el desarrollo de las diferentes organizaciones que requieren de estos modos de actuar como condición para el desarrollo de sus negocios, sino para el logro conjunto de una sociedad más equitativa que pueda perdurar en el tiempo, es decir sostenible.

En Colombia, donde la mayoría de las empresas son pequeñas y medianas, donde abundan negocios en la informalidad y donde la violencia, el desplazamiento y la corrupción van en contra del bienestar de todos sus habitantes, contrasta con la otra Colombia donde aún existe una riqueza natural única en el mundo, donde abunda la creatividad y el deseo de salir adelante, existen grandes retos y oportunidades para el empresariado en torno la sostenibilidad y en el generador de riqueza que puede llegar a ser.

Agradezco a Álvaro Urquijo, Consultor en Sostenibilidad, por sus aportes al artículo.

@sisi_bq



[1] http://hdr.undp.org/sites/default/files/HDR2016_SP_Overview_Web.pdf
[2] http://www.cambioclimatico.gov.co/otras-iniciativas


COMPETITIVIDAD ES EMPRESA...EMPRESA ES COMPETITIVIDAD


El IMD World Competitive Yearbook es un informe anual sobre la competitividad de diversos países del mundo realizado por la escuela de negocios IMD de Lausana, Suiza, que permite medir cómo una economía gestiona la totalidad de sus recursos y competencias, para elevar la productividad y así incrementar el bienestar de su población.

En la versión 30, Colombia registró un descenso frente al año 2017, pues pasó del puesto 54 al 58 en un total de 63 países, por su mal desempeño en la categoría que mide el sistema tributario. Situación sustentada por el incremento de la burocracia para la creación de empresa y la mala percepción en términos de gobernabilidad y el aumento en los impuestos.

Realmente, esto no es más que corrupción, negligencia y necedad; el Informe Nacional de Competitividad 2017-2018 lo confirma cuando señala a la corrupción como el principal obstáculo de las metas de competitividad de Colombia.

¿Qué más debemos esperar para comprometernos y poder acabar con la corrupción? Es una necesidad imperante.  Es una voz que grita desesperada: ¡“si queremos salir adelante frenemos de una vez por todas a la corrupción”!

La competitividad básicamente es un concepto relativo donde se compara el rendimiento con respecto a otro.  En el Foro Económico Mundial 2016 se definió como “el conjunto de instituciones, políticas y factores que determinan el nivel de productividad de un país”. 

Ahora bien, ahí fallamos porque la relación de la consecución de efectos frente a los recursos invertidos no es eficiente, tal como puede verificarse en el reciente resultado del índice IMD.

Juan José Sarue, director de la Comisión Regional de Competitividad del Atlántico, recuerda que la competitividad debe reflejarse en el bienestar de los ciudadanos, porque cuando a un país le va bien, debe contarse con las condiciones necesarias para que todos vivamos mejor.

Además, dice que, en Colombia entre otras razones, no somos productivos porque necesitamos muchos procesos y personas para realizar una actividad, abundando el reproceso.

El Estado ha sido un facilitador y el departamento del Atlántico hoy cuenta con una gran conexión territorial y buena cobertura en servicios; ha sembrado para impulsar la competitividad y necesita de la empresa y academia para seguir creciendo. 

Sarue menciona que la ubicación de Barranquilla, el tener el puerto a una hora y media en el peor de los trancones, desde cualquier empresa en su área metropolitana, el estar a menos de tres días en buque a USA, todo eso es competitividad territorial y nos hace competitivos; pero sucede que la competitividad se da en las empresas y no en el territorio, ya que sus operaciones deben generar ventajas sostenibles para hacerla competitiva.

Nuestro departamento del Atlántico lo tiene todo: academia, vías, puerto, posición geográfica, pero definitivamente falta mirar hacia adentro para asimilar las ventajas del territorio. 

Se necesita de buenos insumos, entre otras variables, que permitan que los proyectos sean sostenibles asumiendo el rol de la competitividad. Entendiendo que la competitividad se da en las personas, en las instituciones, y reconociendo que en el talento humano idóneo, ético y competente está la riqueza para poder decidir a favor y en beneficio de la ciudad, la región y el país.

@sisi_bq

Publicado en

http://diariolalibertad.com/sitio/2018/07/23/competitividad-es-empresa-empresa-es-competitividad/

http://canaltropical.co/new/?p=87076

domingo, 8 de julio de 2018

SELECCIÓN Y PADRES


Tuve la fortuna de celebrar el día del padre en familia el pasado domingo 24 de junio; celebración que resultó ser muy divertida por las bromas, por la postergación de tan memorable fecha, porque nos congregamos en torno a uno de los seres que nos dio vida y nos transmitió sus valores y virtudes y porque en familia disfrutamos el anhelado y necesitado triunfo de la Selección Colombia en su segundo juego del Mundial Rusia 2018.

¡Definitivamente, fue un día especial!

Alegría, optimismo y unidad fueron signos predominantes de los cuatro puntos cardinales en la Casa de la Selección Colombia; el espíritu fraternal y la satisfacción del deber cumplido inundaban nuestras vidas.

Indiscutiblemente, vivimos a plenitud uno de esos días que anhelamos repetir y que difícilmente se borrarán de nuestra memoria.

A nuestra selección, sinceramente gracias por recordarnos lo que somos capaces de alcanzar cuando trabajamos en equipo y con disciplina, cuando la convicción y el deseo de salir adelante nos unen e integran haciendo que todos brillen con gran intensidad.

Indudablemente la Selección Colombia es una buena representación de la familia y sociedad colombiana; de esa familia que se esfuerza, busca y encuentra los medios y mecanismos para sobreponerse a las dificultades, logrando vencerlas, familia resiliente; que virtuosamente lucha por alcanzar sus metas y objetivos; que trabaja, se divierte y disfruta respetando las diferencias y al adversario.

Llega como buen padre -con carácter-, que celebrando sus progresos hace un llamado al orden para que, dejando el egoísmo, es decir, ese amor excesivo sobre sí mismo que nos hace interesar demasiado por lo propio y actuar según nuestra absoluta conveniencia, desechando al otro. Ahora bien, entendamos que actuar cooperativamente y con metas claras propicia ambientes necesarios con posibilidades reales para que muchos usen los talentos, vocaciones y destrezas generando bienestar general.

Ojalá estos acontecimientos sirvan de ejemplo para que cada vez muchas más personas e instituciones trabajemos decidida y aguerridamente por reafirmar y exaltar el orgullo de ser y sentirnos colombianos.

@sisi_bq

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