Las redes y los chat son una forma de comunicación que por medio de un software se realiza entre dos o más
usuarios conectados por internet. Para facilitar esta forma de comunicación se
crean grupos entre varios usuarios, los cuales obviamente tienen algún tipo de afinidad.
Tal como sucede con
cualquier relación entre seres humanos, la complacencia de los primeros
encuentros en estos grupos va mermando con el tiempo y naturalmente, surgen
roces al no estar de acuerdo con alguna opinión.
Así que, en procura
de una “mejor convivencia digital”, se solicita mesura y hasta ciertos temas
vetar; algunos dejan de participar y otros simplemente abandonan tal
colectividad.
Ahora bien, en las
relaciones interpersonales nada hay tan natural como el reaccionar ante un
estímulo y estas respuestas reflejan el sentir, el querer y el quehacer, dejando
descubiertas las necesidades que las hacen aflorar.
Por otra parte, es
importante entender lo que se expresa y cómo se expresa y no menos importante
viene a ser comprender “lo que” y “a quién” representa aquel que emite una
opinión. Por eso, es muy saludable aprender
a escuchar y escuchar para analizar, intentando develar las verdaderas
motivaciones de quienes buscan influenciar.
Igualmente, debemos aceptar que nadie tiene
la razón; es ilógico pensar que un grupo o una persona son dueños de la verdad,
y hemos olvidado que antes que tener la razón, es mejor ser misericordiosos, porque
así profesamos el amor.
De otro lado, hay que agregar que debemos identificar
a quienes hemos entregado el poder de hacernos emocionar cuando ciegamente y sin
objetar, aceptamos como válido el mensaje que nos acaban de soltar.
Definitivamente, es necesario
decidir si al divulgar un mensaje se contribuye a educar e instruir, a construir
y generar credibilidad, o por el contrario a crear confusión, rivalidad y solo populismo
entre aquellos con ansias de cautivar. Cuán bueno resulta ser, analizar y filtrar
antes de contribuir a “viralizar” cualquier información.
No puedo dejar de
mencionar que, sin darnos cuenta, muchos ganando ─hasta dinero─ están, sacando
provecho de la desinformación y caos en la comunicación, especialmente en quienes
nos dejamos influenciar.
Finalmente, la solución está en la educación, aquella que ayude a pensar, analizar y cuestionar para generar un pensamiento crítico, creando la conciencia de la libertad, evaluando la congruencia entre lo dicho y hecho, identificando los comportamientos autoritarios y dañinos para actuar constructivamente por nuestro país, de modo que es imperioso despertar y tomar conciencia de esta situación.
Publicado en el siguiente enlace del Diario La Libertad el 2 de abril de 2018 http://diariolalibertad.com/sitio/2018/04/02/es-imperioso-informar-para-construir/
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