jueves, 24 de agosto de 2017

LIDERAZGO EN LO PÚBLICO

http://lalibertad.com.co/wp/2017/08/21/liderazgo-en-lo-publico/

Para una gran mayoría lo público suena a corrupción; prácticas dañinas como la compra de votos, populismo, engaño, soborno, etc., -consideradas por muchos como normales y hasta necesarias- fortalecen esta percepción de lo público, pisoteando una de las vocaciones más valiosas de la humanidad: el ser político. 

Ser político o hacer política es participar en lo público, es decir participar en las decisiones de aquello que es de todos y de nadie pero que te benefician o perjudican y por tanto debiera ser relevante para toda la comunidad.

Es cierto que actualmente hay mucho escepticismo ante la política, y muchos prefieren estar alejados del sector público lo cual es preocupante toda vez que estamos dejando espacio para que las tradicionales prácticas nocivas que frenan el desarrollo socio-económico que tanto nos molestan y aquejan; sigan cosechándose y teniendo sus malos frutos en las instituciones.

Definitivamente mucho mal hace la corrupción y la falta de participación de quienes pueden hacer buenos aportes a lo público, en otras palabras buenos aportes al desarrollo y bienestar colectivo.

Necesario recalcar que las personas con liderazgo en lo público deben tener la capacidad de hacer una lectura adecuada de la realidad y poseer unos principios y valores claramente visibles en su vida acordes con su actuar y proceder que le han permitido ganarse el respeto y autoridad.

Que entiendan el servir como la labor loable para producir el bien común, que sepan cómo se fortalecen a  las instituciones, que su vocación de servicio esté por encima de cualquier preferencia o interés sectorial en particular y que con ello pueda ser  el vínculo articulador de todos los sectores para construir los planes desarrollo mediante una verdadera participación ciudadana, ya que lo público debe ser público y estar al servicio de la comunidad.

No menos importante es que sus actuaciones en lo público sean correctas y beneficiosas para la colectividad y que hayan sido piedra de tropiezo ante la corrupción.
Es por ello que ante la necesidad imperante de un buen liderazgo político, requerimos personas que amen y entiendan el verdadero significado de lo público y que a partir de sus decisiones dignifiquen al sector público, para lograr motivar y atraer a los llamados a producir los cambios profundos que exige el mundo globalizado y competitivo.

Correo: sisi.barranquilla@gmail.com


domingo, 20 de agosto de 2017

MODO PICÓ

http://zonacero.com/?q=generales/modo-pico-89275

Dairo Barriosnuevo1, un artista plástico que lleva más de 20 años plasmando obras del mundo picotero, define el picó como un sistema integrado de imaginarios colectivos de la comunidad.

Es “un sistema de sonido modificado artesanal, tecnológica y pictóricamente”; cuya importancia radica en la articulación con los contextos populares del Caribe, convertido en un artefacto tecnológico que puede congregar valores sociomusicales, capitales de identidad cultural y unir dinámicas sociales y económicas, valorizando así la cultura popular; agrega el investigador de antropología de música y de desarrollo, Jorge Giraldo2.

Domingo Laino3, nos habla de su picó como la expresión para transmitir sentimientos, y gustos musicales; caracterizado por tener sentido cultural originado por la pasión a la música.  Además del sentido empresarial que le imprime, al satisfacer la demanda requerida por sus amigos, le agrega el componente de responsabilidad social al apoyar eventos a favor de la población vulnerable.

Para Julio Cesar Lobo4, el picó es el rey, el gran artista de la fiesta del pueblo; es decir el espacio para compartir y disfrutar en la calle de la música fonograbada en un picó. “Es una obra hecha a mano con excelente técnica criolla”.

Así mismo, Manuel Henríquez5, coleccionista de música en acetatos y propietario de un picó nos dice que éste nace para dar alegría y animar las verbenas en los años 60 y 70; y que luego, en los 80 desparecen cuando llegan del exterior los picó´s fraccionados o torres. 

Hace 5 años y gracias a un grupo de románticos nostálgicos, empezaron a recordar la esencia del picó primero, el “escaparate”, el de los dibujos, los discos de vinilo y volvieron a llenarnos de alegría sacando y haciendo sonar los picós; recuerda Lobo.

No obstante, existe cierta prevención a los picós porque en algún momento de la historia, nos dejamos influenciar y hubo un mal manejo de los decibeles y la comunicación con la comunidad. (Lobo, 2017).

Indiscutiblemente; en el uso correcto de los picós, como ocurre en toda actividad,  es importante la educación y cultura como medio para garantizar una sana convivencia.
Por ello, Henríquez afirma que se requiere de más educación para entender que todos los fines de semana no se puede poner un picó a todo timbal y que existen comportamientos inadecuados en el ser humano que originan problemas sociales, los cuales pueden aflorar cuando se está alrededor de un picó.  Pero hay que recalcar  que el problema radica en el comportamiento del individuo y no en el picó; ya que el picó es un medio para dar a conocer los diferentes sonidos musicales de los países cuyo fin debe ser educar en la música.

Necesitamos más cultura y musicólogos que nos ilustren que “la música tiene una narrativa e historia de las costumbres, pregones y forma de ser de los pueblos, que va más allá de la rumba y el trago”; que nos ilustren sobre el picó y su contenido; nos cuenta Henríquez.
Habría que decir también cuán importante es mejorar la comunicación, verbal y corporal, para evitar discusiones y problemas innecesarios.

Lobo sugiere que la autoridad pueda utilizar sonómetros o decibelímetros para que haya una medición real del sonido emitido por un picó y con ello poder  confrontarse con los niveles permitidos o aprobados por Ley.

Por su parte, Henríquez recomienda además, el establecimiento y cumplimiento de unos compromisos frente al uso de discos y de tocadiscos y evitar que se produzcan 10 o 20 descargas a un mismo ritmo, lo que indiscutiblemente puede afectar al ser humano. Hay que comprender también que el picotero, hoy llamado “Dj”, es un expositor de música en donde los escuchas desean ser complacidos.

De manera que urge la necesidad de dar un debate en pro del picó, para que se reconozca su creación y origen barranquillero,  y que sea declarado patrimonio cultural para seguir mostrándolo al mundo; puntualiza Lobo.

En las conclusiones, Giraldo, en su obra literaria “Música Champeta y Africana en el Caribe Colombiano” plasma cómo en torno al picó y su contexto festivo, se presentan elementos de desarrollo social en donde se articulan las comunidades locales directamente; por lo cual desde el fortalecimiento de unas políticas culturales sobre estos contextos atravesados por el picó; se pueden generar espacios de convivencia y paz, distanciándose así de los estigmas de violencia en que se suele representar.

Hoy el picó, está de moda en Barranquilla, logrando entrar en los clubes sociales y animaciones de horas locas siendo así una forma de hacer verbenas en sitios cerrados
Que permanezca o no el picó depende de comprender su significado y de ser capaces de lograr comportamientos que no atenten contra la paz y tranquilidad.

Correo: sisi.barranquilla@gmail.com
----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------Barriosnuevo, Dairo. Maestro en artes plásticas egresado de Bellas Artes de la Universidad del Norte.
2 Giraldo, Jorge. Antropólogo, Magister en Desarrollo Social de la Universidad del Norte y magister 2éme année Sciencies de l´Éducation Parcous de la universidad Paris 12 Val de Marne.
3 Laino, Domingo. Ingeniero electricista, coleccionista de música especialmente salsa y propietario de picó.
4 Lobo, Julio Cesar. Músico, hombre de radio y propietario de picó.

5 Henríquez, Manuel. Publicista, Pintor de Artes Plásticas.

martes, 8 de agosto de 2017

PARTICIPA

Ver publicación en http://lalibertad.com.co/wp/2017/08/07/participa/

Existen formas de hacer aportes a lo público, unas en donde el ciudadano puede votar, elegir a sus gobernantes o ser elegido para gobernar y otras en donde socialmente organizado participa vigilando la gestión pública que debe buscar necesariamente el bienestar público y mejorar las condiciones de vida.


Ocupándonos de las segundas, la Ley 850 de 2003 reglamenta la participación democrática de las organizaciones civiles y en su artículo 1 define la Veeduría Ciudadana como el mecanismo que le permite a los ciudadanos u organizaciones comunitarias, ejercer vigilancia sobre la gestión pública, encargada de la ejecución de un programa, proyecto, contrato o de la prestación de un servicio público.


Al respecto, conversamos con María Eulalia Arteta1 quien plantea que esta participación debe robustecerse a través de un grupo técnico interdisciplinario de la denominada sociedad civil, que monitoree permanentemente los planes y pueda servir de apoyo a los gobernantes, de marco de referencia para plantear sus programas y planes de gobierno, con  sus particularidades, enfoque y visión; sin olvidar los proyectos y programas desarrollados en periodos anteriores y merecen continuidad.  Esto debido a que considera la participación actual muy tangencial ya que solo corresponde a espacios de tiempo muy limitados y con información restringida que no permiten el análisis profundo de los invitados a participar en ellos. “Si por el contrario, este grupo técnico permanentemente elabora y monitorea planes y proyectos públicos; la participación en las decisiones públicas será un excelente complemento a las actividades y competencias de la tarea de los gobernantes y permitirá una planeación y acción de largo plazo”, complementa.

Efectivamente la sociedad debería velar para que las inversiones en lo público correspondan a una planificación estructurada con proyectos priorizados y articulados entre sí, impidiendo además que se realicen obras que no impacten debidamente lo económico, social y ambiental. 

Cabe aquí el cuestionamiento de Arteta cuando pregunta “dónde estaba el liderazgo de la ciudad cuando se permitió que las decisiones se tomaran en otro lugar y se llevaron el Laboratorio de Hidráulica de las Flores?”.

De manera que la participación ciudadana no debe ser un cumplimiento de requisitos y de ahí que una sociedad pensante e inteligente como la nuestra, debería participar más activamente en las decisiones que impactan directamente nuestro desarrollo y bienestar; así como lo hacen otras sociedades maduras.  

Así podríamos evitar que lo sucedido con las empresas de los servicios públicos  vuelva a acontecer en otra institución en donde haya participación de dineros públicos.

Definitivamente se necesita más educación y educación integral y para todos, para que colectivamente podamos hacer una lectura real de los hechos y dejar de comer cuento con falsas promesas electorales y atrevernos a participar decididamente más en lo público. 

1 Arteta, María Eulalia. Magister en Economía e Ingeniera Industrial. Directora del Parque Cultural del Caribe, Ex asesora de la Red Nacional de Bancos de Proyectos del BID, ex Directoria del DANE y ex Secretaria de Planeación del Departamento.


martes, 1 de agosto de 2017

A FRENAR LA CORRUPCIÓN

Ver artículo publicado en el Diario La Libertad en el siguiente link:

http://lalibertad.com.co/wp/2017/07/24/a-frenar-la-corrupcion/

Por Sisi

Los hechos hablan por sí solos, la privatización no ha acabado la corrupción ni ha sido el mecanismo que incremente la eficiencia de las empresas;  lo que sí ha logrado confirmar es la necesidad de contar con personas como dice el popular dicho “más preparadas que un yogurt”, pero formadas en principios y valores que lleven al éxito a las organizaciones y por tanto al bienestar y crecimiento de su entorno.

Sirva de ejemplo, Electricaribe, empresa la cual fue intervenida y liquidada para garantizar la prestación de los servicios de energía. Hay que recuperar la cartera, evitar el fraude, y realizar altas inversiones para modernizar las redes y equipos y así prestar un servicio de calidad.

Triple A, es referente de investigaciones en España realizadas a funcionarios del Canal de Isabel II (propietario del 85% de Triple A) porque su compra estuvo 4 veces  más el precio que realmente valía; por la prensa conocimos que la mayoría de los activos importantes pasaron a ser propiedad del concesionario, el operador no ha invertido ni un euro en la ciudad, etc., etc.. (Duzán, 2017. Semana en Vivo. ¿Por qué Barranquilla se dejó despojar de la Triple A?)

No podemos seguir permitiendo que aquellos quienes toman las decisiones del colectivo, posibiliten la impunidad, que los costos de las acciones corruptas sean transferidos a la comunidad y que la corrupción siga pasando su cuenta de cobro de atraso, pobreza, inequidad y subdesarrollo.  Porque la corrupción nos quita la plata para salud, educación, infraestructura y los demás sectores en donde debiera invertirse y se queda en mano de unos cuantos.

De tal forma, que ahora más que nunca debemos poner en marcha ideas educativas que permitan  frenar la corrupción para que de manera pacífica, respetuosa y a cero pesos manifestemos el rechazo a acciones dañinas.

Es por eso que cansados, más bien hastiados, de que la corrupción sea el pan nuestro de cada día, debiéramos aplicar sanciones morales a quienes con sus actuaciones insisten en la corrupción; es solo una decisión; podríamos empezar evitando que estas personas o sus fieles colaboradores ocupen los cargos de elección popular, no votando por ellos y dejando de adular y seguir a líderes que con acciones deshonestas, engañosas y el soborno intentan acabar con la ética, la moral y las sanas costumbres.

Es por ello, que muchos unidos podríamos frenar la corrupción  y evitar que antivalores sigan corrompiendo nuestra sociedad; ¡depende de ti y de mí!.


sisi.barranquilla@gmail.com

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