Pertenezco a la generación
de antejardines, jardines y patios; de esa, en la cual los árboles hacían parte
de juegos y travesuras infantiles.
Sin embargo, con el pasar
del tiempo, vamos advirtiendo la desaparición de estos jardines y patios, y así
las nuevas generaciones crecen cada vez con menos contacto con la naturaleza,
en lugares con más construcciones y más cementados, trayendo con ello la
diversidad biológica y afectando el ecosistema.
No recuerdo que me enseñaran
a cuidar la naturaleza; tampoco recuerdo campañas por el medio ambiente; pareciera
como si el contacto con la naturaleza y las enseñanzas de los adultos hubiesen
sido los únicos mecanismos existentes para su protección.
La sociedad y sus
necesidades cambian, de ahí que existan instituciones para generar conciencia, para conservar y preservar la naturaleza. Desafortunadamente, estos
esfuerzos parecen diluirse y no lograran impactar lo suficiente.
Por ello, no es raro
asistir a eventos colegiales pro naturaleza, donde curiosamente se decora con
gran cantidad de papel y los chicos regalan detalles bellamente empacados en
plástico en agradecimiento por escuchar sus trabajos.
Igualmente, se evidencia
el mal-trato dado al Río Magdalena, al ver la isla de basuras que se formó en
las playas de Puerto Colombia; muy desalentador que nuestro río, el más
importante del país, sea su vertedero de desechos.
Peor aún, es que no se
hayan tomado acciones contundentes para evitar que se sigan cometiendo estos desastres
ambientales.
No obstante, lo anterior,
y ante el reciente camino trazado por el departamento de Nariño, ojalá nos
sirva de guía, para que lo ambiental haga parte de la agenda local, y se cuente
con la voluntad para actuar inmediatamente y ejecutar programas y proyectos que
beneficien el buen uso y manejo de los recursos naturales, y logremos de una
vez por todas que no sean arrojados desechos y basuras a los arroyos, ni se viertan
las aguas no tratadas al río Magdalena.
De igual manera,
esperamos que, en Barranquilla, la recolección de los residuos aprovechables se
haga en vehículos diferentes a la recolección de residuos ordinarios, tal como
se inició en Manizales en asocio con la Cámara de Comercio y la Asociación
Cívica Centro Histórico de Manizales y en Montería; y que la nueva contratación
de la recolección de basuras beneficie la sostenibilidad ambiental en el
territorio.
@sisi_bq
Artículo publicado en el Diario La Libertad el 16 de septiembre de 2019 https://diariolalibertad.com/sitio/2019/09/16/generacion-naturaleza/